El tejido como terapia
Se dice que tejer es el nuevo yoga y quienes hemos practicado ambas disciplinas, podemos confirmar, que efectivamente tienen cualidades terapéuticas. Ahora si me preguntan cuál prefiero, sería una difícil decisión, pues el tejido esta en mi corazón, quizás incluso antes de que tuviera conciencia. Me ha ocurrido que en estados de plena concentración tejiendo, he tenido recuerdos que me hacen pensar que sé cosas que no puedo explicar lógicamente, sino más bien siento que ha sido pura intuición o que definitivamente es el aprendizaje de otras vidas y el tejido me ha recordado quien soy.

En la práctica, tejer me ayuda a centrar mi atención en la labor (en el ahora), porque si no, puedo perder un punto o pasarme en una vuelta. Me conecta con mis dones y mis talentos, me permite imaginar y crear sin límites, puedo tejer lo que quiera y como lo quiero. Sin duda la libertad que me da el tejido es una de las cosas que más amo. Desde ese lugar puedo ver y reconocer lo que hago y de lo que soy capaz. No hay dos prendas iguales, porque lo hecho a mano tiene esa gracia, además me conecta con lo que a veces me cuesta, por ejemplo: concentrarme, tener paciencia con el proceso, permitirme el error, deshacer y rehacer las veces que sea necesario.
Me han preguntado si haré talleres, y sí, me encantaría enseñar, no obstante aún estoy en ese proceso de envisionar como quiero que sea.
Las invito a suscribirse acá, para que cuando empiecen las clases te puedas sumar a tiempo.
Un abrazo
Olaya